miércoles, 29 de octubre de 2014

A los brazos del mar


Siembra de sueños derramó la vida
   sobre los surcos del tiempo
      donde las flores quisieron brillar.

La extensión de la esperanza
   se fue desdibujando
      entre pedregales y peñascos.
Fue cayendo/
perdida en el lodazal del odio
   luego del canto y el llanto/
      silbando con el viento dolorido.

Las dudas por doquier espinaron los valles.

Un delta oscuro
   de frutales derrochados
      fue entregando la corriente
         sobre cielos y tierras.

Era la maldad un torrente
   perfumado de sangre.

Los trigales muertos bajo el horror
   de asesinos incendios del alma.

...Y fuimos sombras allá
recogidas de temor/
vulnerables/
a las hachas gigantescas
   en manos invisibles…

Los continentes quedaron vacíos/
prestos a volcarse
   hacia el horno oculto del mar.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

jueves, 4 de septiembre de 2014

Quo vadis, domine?

Una vez más
    los campos de la historia necesitan fulgurar.
Desterrar la fronda opaca
    de mercadotecnias sin victorias.

Crece desnutrida
    la ovación desfalleciente de la esperanza
        en claustros entumecidos del intelecto.

Aleluya de ángeles se oyen
    en el confín de los desiertos
        cuando hallan manantiales...
Humilde sabiduría del sentir
    y ese instinto azul de los cielos.

Sólo ennegrecer/
    es la consigna de sofistas
        que construyen bibliotecas adormecidas.

Oscurecer en la ignorancia
    es el camino y el fin
        en la estética de la nada.

¿Es en vano esta voz cerrada que suplica
    entre el follaje acidulado?
¿Será muralla triturada por las bombas
    la sordera del espíritu?
¡Tapia derruída habrá de ser
    bajo la lluvia amarga de los tiempos!

"El fin, no son muchos libros,
    dijo el sabio,
lo que el hombre siembre
    eso es lo que segará".

"Quo vadis, domine?"...

Se fortalece en la impotencia
    esta fusta granate de la indignación.
Y habrán de templarse los aceros
    para aserrar
        el duro tronco del ego.
Ya no puede desandar
    esta obvia evidencia del estrago.

Todavía se discuten los destinos
    en la corriente de la historia...
¡y el destino es hoy!
    sonando bajo los pies.

"Quo vadis, domine?...
Fue la pregunta al andante,
    quien sin contestar
ajustó su abrigo
inclinó la cabeza
    y triste    muy triste
siguió su camino.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas





        

Muy buen viernes para todos, familia, amigos...Existe lo noble del ser humano que transita hacia un sentido de misión,...

Posted by Juan Carlos Luis Rojas on viernes, 5 de septiembre de 2014

domingo, 24 de agosto de 2014

El temor de Babel.

                                                         "En el principio el Verbo era. 
                                                          Y el Verbo estaba con Dios.
                                                          Y el Verbo mismo era un Dios."

                                                          Juan 1:1


Ante la soberbia del polvo se ofendieron los dioses.
Ladrillos dispersaron en el aire.
Cayeron la piedras
    los verbos    los nombres.

Millares de lenguas confusas hirieron los confines/
Y de pié aún    el ser/
    (se dice humano)
protege su temor
    que ignora el mensaje del espíritu.

De pié/    Babel/
    en su pertrecho de pólvora y alfabetos.
También el susto
    de herir con estos versos.

¡Ay!
Se endurecen bajo el sol
    argamasas imposibles.

Tengo miedo de accidentar esta expresión.
Miedo de atar mi dimensión a las palabras.
Siento la carencia enfermiza del lenguaje del silencio...
Siento que sólo los ángeles encienden las miradas.

Puedo escurrir estas letras sin embargo/
    en los puntos inconexos
        de lo mudo y de lo sordo.

Temo    vez tras vez
    el agobio de los pueblos en la ardua diplomacia
        de la palabra muerta e imprecisa.

Temo el desgaste del amor
    bajo normas y convenciones, de signos y protocolos...
"Estarán escritas en el corazón (dijo el profeta)
    las tablas de la ley".

Tiembla Babilonia en el centro de esta hoja
que se cree vacía
a pesar de tanta tinta derramada.

Volveré, tal vez    /distante/
    a la nube antigua.
Volveré
    a mi duro silencio.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

AMIGOS, GRACIAS POR VUESTRA PARTICIPACIÓN.