Se abalanza sobre el mundo
las palabras que saquean el alma/
Ruidos detestables
quiebran cantos de alondras/
Tormentas
que ahogan en sus voces fétidas
la celeste libertad de las gaviotas.
Poderosos silbidos de escombros hiende el aire/
Ametralla el espacio/
la fanática verborrea de la sinrazón.
Ella suele danzar su dolor de resentida
en un baño de fango.
Irracional delirio late en el Hombre
y explota en hongos purulentos su dañino afán.
No se detiene a reflexionar
la posibilidad cierta de su inherente locura.
Las bombas ignoran las flores/
y cubren los campos con ciego poder
su polvorienta espuma.
¡No conocen los cielos
otro ser más irracional que el Hombre!
Revientan una vez más
las viejas heridas que no saben
cuál es el proyectil o cuál la venganza.
Es cierto/
¡El Sol se levantará tras este derrumbe!...
¡No sé si lo humano
para bendecir la aurora!
Autor: Juan C. L. Rojas
las palabras que saquean el alma/
Ruidos detestables
quiebran cantos de alondras/
Tormentas
que ahogan en sus voces fétidas
la celeste libertad de las gaviotas.
Poderosos silbidos de escombros hiende el aire/
Ametralla el espacio/
la fanática verborrea de la sinrazón.
Ella suele danzar su dolor de resentida
en un baño de fango.
Irracional delirio late en el Hombre
y explota en hongos purulentos su dañino afán.
No se detiene a reflexionar
la posibilidad cierta de su inherente locura.
Las bombas ignoran las flores/
y cubren los campos con ciego poder
su polvorienta espuma.
¡No conocen los cielos
otro ser más irracional que el Hombre!
Revientan una vez más
las viejas heridas que no saben
cuál es el proyectil o cuál la venganza.
Es cierto/
¡El Sol se levantará tras este derrumbe!...
¡No sé si lo humano
para bendecir la aurora!
Autor: Juan C. L. Rojas