Un poco más de andar
vertiendo este insomnio de la desesperación
sobre la fas pálida de la Tierra.
Extraviado en la incertidumbre...
Eso es
el alma certera de vivir.
Morder los labios
bajo el seño adusto de la espera
mientras los huesos palpitan
bajo el galope cansado de la sangre.
Emana vapores el mar de la esperanza
que inventa otra vez
un cielo de color azul...
¡Oh voracidades vanas digieren los seres!
¡Espejismos!
Nada más que espejismos.
Cae el filo mortífero del rayo...
¡Y ya fue!... su camino de humos y fragores...
...y ya fueron los huesos y el alma.
Sólo el barro palpita ahora
sobre la sangrante piel de la Tierra.