Una mancha inoportuna cae
sobre la agenda crítica de los sueños.
Rayo fulminante del miedo
que asalta sutilmente
desde el fondo oscuro de la intemperancia
desmembrando carne y espíritu
cuando el desconcierto apaga
el fuego rectilíneo de las venas.
En el confuso bosque se pierde
el caníbal sediento del deseo.
Las ligaduras de las manos se cortan/
de las sienes abruptas/
de las sombras.
Sólo el amor
apacigua la furia de cielos contenidos.
Tiembla el vellocino de oro
sobre el torso fuerte de los dioses.
Tiembla la ternura
que no puede volcar las caricias de sus labios.
Tiembla el amor
cuando su sino cae
en el hoyo tramposo de la duda.
Fluvial aluvión se quema/
denso/
en las paredes de los túneles cansados.
Sin embargo se fertiliza el barro/
decanta/
sobre tronera de tiempos florecientes.
Autor: Juan C. L. Rojas
sobre la agenda crítica de los sueños.
Rayo fulminante del miedo
que asalta sutilmente
desde el fondo oscuro de la intemperancia
desmembrando carne y espíritu
cuando el desconcierto apaga
el fuego rectilíneo de las venas.
En el confuso bosque se pierde
el caníbal sediento del deseo.
Las ligaduras de las manos se cortan/
de las sienes abruptas/
de las sombras.
Sólo el amor
apacigua la furia de cielos contenidos.
Tiembla el vellocino de oro
sobre el torso fuerte de los dioses.
Tiembla la ternura
que no puede volcar las caricias de sus labios.
Tiembla el amor
cuando su sino cae
en el hoyo tramposo de la duda.
Fluvial aluvión se quema/
denso/
en las paredes de los túneles cansados.
Sin embargo se fertiliza el barro/
decanta/
sobre tronera de tiempos florecientes.
Autor: Juan C. L. Rojas