martes, 29 de diciembre de 2020

Adiós 2020

¿Así tenía que ser?...

¿Será que la humanidad tiene que aprender... tiene que aprehender?

La ley de la siembra y la cosecha: "Lo que el hombre está sembrando,  eso es lo que segará".

 Esto es,  según el género de semilla que sembremos. 

No nos hagamos los desentendido. 

Al ejercer la consciencia y responsabilidad de cada uno,  sabremos el sayo que nos toca como humanos, como individuos en nuestra comunidad,  en nuestra familia y en la Tierra... 

Deberíamos reflexionar en el daño que hacemos, la relación con los animales, los métodos de producción, el consumismo, la contaminación, la sustentabilidad...

El parate (por o gracias al coronavirus)  nos ha dado una muestra de lo que se puede recuperar (el espejo limpio de las aguas, la claridad de las estrellas, el verdor de los árboles)... Cuando detenemos un poco el consumismo, la producción descuidada, esto nos señala el camino como un bosquejo de, por dónde debemos andar... Pero, aprenderemos??

Si bien notamos la importancia de los abrazos, también es evidente la incapacidad de muchos de recogerse en sí mismo y hacer una vida interior,(se nota la carencia, el vacío existencial). Vemos desesperación casi enfermiza  por lo gregario... y nuevamente, las plazas llenas y el descuido total, dejando suciedad por doquier, envases y despojos de la irresponsabilidad. Parece que el mundo se les acaba y quieren beberse la vida de un sorbo.

El transcurso del año y la pandemia también nos ha mostrado lo endeble de nuestros sistemas, la incapacidad de cuidar, por excesos o por omisiones. Gobiernos, líderes, individuos con desprecio, descuido y desinterés por la realidad de lo que pasa alrededor, o por el contrario, restringiendo de tal forma, hasta la asfixia literal de los espíritus y la vida.

El desequilibrio general es común. Nos cuesta encontrar la justa medida, o al menos una aproximación, de gobiernos y gobernados, la falta de sentido común,  además de las idas y venidas, los desaciertos,  de los responsables de la salud (incluida la OMS)... 

Resta esperar con paciencia que pase todo, pero seguir con responsabilidad haciendo lo que se deba hacer y sin dejar de atender las diversas necesidades... 

¡Muchísimas felicidades a todos y buenos augurios para el nuevo año a comenzar!

Juan Carlos Luis Rojas


lunes, 28 de diciembre de 2020

En la selva adormecida

 Mi vida/

Un temblor de efluvios

    sobreponiéndose

        a la calcinación del sol.

Una contradicción aparente

    de matemáticas relativas.

Lluvia revenida y reviniéndose

    en humus fértil

        y flor.


Esperanza que nace desfalleciente

    y muere esperanzada

        de esa luz que acaso

no aparecerá jamás.


Sombra oculta que dará su salto

    vita/

    intempestivo.


Renglón oscuro bajo cripta de voces

    que alumbrarán mañana/

en pupila de nuevos dones/

para ver más allá...

de estas antiguas brumas del mundo.


Mi vida/

Ambulante del desierto/

Deambulando/

sobre ignotos valles fertilizados.

Allí

    donde fueron mezquinadas

las semillas del bien.


Un corazón de piedra sudorosa

    rociándose de su sangre/

        de su lucha.

Vena cimental de un río/

    que nutre su confín

        de primaveras y otoños.


Ave solitaria que canta

    en la selva adormecida...

¡Esta, de capiteles arrogantes!

que anida bajo los cielos ignorados.


Y las olas de tiempos probatorios rompen

    sobre el continental barranco de la carne.

Horadan sin sin piedad

    a la piel fosforescente del espíritu/

que esparcirá hacia el Cosmos

    su lumbres doloridas/

        oraciones de plata a las estrellas.


Siguen bramando en la ventisca

    los sueños del amor/

        que se arremangan...

y sus piernas de huesos ateridos

    han de cruzar

        mares y cielos insondables.


Humano.

Simplemente humano.

Humus quijotesco

    oteando su destino

(acaso hubiere)

en oscuros horizontes de tan cansada infinitud.


Autor: Juan C. L. Rojas

Ciego velero

 Deriva otra vez

    ciego velero en el mar/


Paños mojados caen sobre sus mástiles

    y no se ve en el emblema

en los estandarte desesperados 

    de sus ojos.


Sin cordeles/    sin marras/

    a la suerte de los vientos

        suelen zarpar los sueños.


Mintiendo norte

    /rota/ va la brújula.

Cruje silenciosa la quilla

    entre las lenguas libidinosas

        del agua.


Miente una sonrisa

    la diminuta fortaleza del alma.

Miente una flor

    el estanque vacío del atardecer.

Miente el bohemio

    su canto alegre de noches festivas.


En la fosa profunda de la pena

    va cayendo inevitable

        su vida.


...Suele perderse en el mar

    un velero/

Busca resguardo

    de esas luces hiriente.


Autor: Juan C. L. Rojas

viernes, 5 de mayo de 2017

¿Café, Si?

"..Pero hay otros de sus ingredientes que merecen atención, y que además están presentes en un porcentaje mayor, como por ejemplo el ácido clorogénico, que alcanza concentraciones de entre el 7 y el 9 por ciento, y que es un potente antioxidante capaz de contribuir de forma significativa a prevenir la degeneración de la retina en ratones, según revelan los resultados de un estudio llevado a cabo sobre ratones por el equipo de Chang Y. Lee, profesor de ciencia de los alimentos en la Universidad Cornell de Ithaca, Nueva York, Estados Unidos..."
http://ar.globedia.com/mejor-salud-retina-gracias-cafe

lunes, 27 de junio de 2016

Luces y voces

¡Ah si endulzar pudiesen las lágrimas
    hasta el mismísimo fondo escondido del mar!
¡Si estos subterfugios sedientos de las almas
    unir pudiesen sus manos
        un poco antes de sorprender el crepúsculo!
Podrían entonces batir con ardor
las palmas expectantes de mi pecho.

Sueño avanzar sobre este campo
hacia las manos de la aurora/
¡Aún arrastrando mis huesos
sobre el verde aguerrido del césped!

Suelen perder la luz
    los hombres de sólo carne/
Suelen venderla
por un guiso y algunas lentejas.
Mientras tanto madura el paso del tiempo/
    a pesar de suspiros y sudores.
Y el indigente recuerda al trigo
cuando solo algunos fideos se dilatan en la olla.

Hoy besa mi sangre el lacerante estrés del Amor.
En los puños de esta noche
    (larga noche)
        me adormezco/
para despertar algún día
en la chispa madurada de un nuevo sol.

Abro al futuro esta agenda/
Vanidad de poeta/
¡Una vez más esta copa de sueños remecida!
Tiendo esta mesa de bohemias y utopías... y cantos/
porque las voces...
¡Sé que las voces
pueden derribar los muros!

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

AMIGOS, GRACIAS POR VUESTRA PARTICIPACIÓN.