viernes, 12 de noviembre de 2010

Bajo el cristal del odio


Las palmeras se esfuman
    bajo el denso humo del odio.
Los hombre son fantasmas
    en el continente desolador de la guerra.
Llevan alforjas de la desesperación
    sus espaldas abatidas/
y mientras tanto
    la metralla infame no distingue
        la piel del inocente.

Vibran los cascos 
    bajo el trueno de su propio ingenio.
Esas cabezas solo tienen obediencias/
    a las órdenes del raciocinio ausente.
Son una suerte 
    de conciencias de hielo/
con capacidad única
    de blancos computarizados.

La inteligencia del mal
    suele redoblar la apuesta.
Se abren paso los carros insensibles
sobre los cuerpos de madera y de barro.
Pasa crujiendo el acero
    entre sangre y huesos/
y entre los poros del aire
    los jirones del alma
        /gritan/
    con alaridos de silencio.
Pero detrás
    de los dientes agudos del odio
        el miedo solo puede ser blanco inerte/
            /insoslayable/
        donde el proyectil habrá de evaporar
            cualquier ingenua esencia.

Mientras continúe esta mirada
    desde la lente ciega del mal y la venganza/
el horizonte lejano de la paz
    seguirá cayendo irredento
        hacia el punto infinito del abismo.

Autor: Juan C. L. Rojas

1 comentario:

  1. AY Poeta/amigo, aquel sentimiento "el Odio" sin lugar a dudas se adueña de necios que no entienden que al combatir con aquella arma, no solo se destruyen ellos sino que dejan huellas profundas de dolor y desolación en las Naciones, en el Mundo entero.
    Juan Carlos, precioso relato de lo que es capaz de realizarse a través del antónimo del Amor.
    Dejo un abrazo a tu inmenso corazón y beso tu Alma!!!!!!!!!!!

    NO DEJO DE LEERTE POR NINGUN MOTIVO!!!!!!!!!!!!!
    Marcela Vasquez Muller

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