Son de libertad esas semillas que erupcionan
entre las tinieblas de la guerra?
¿Son de libertad esos resplandores mortíferos
que se levantan como hongos purulentos?
¿Es de libertad este hedor
a campos de la muerte?
Mudo está el viento entre los árboles temblorosos/
y no son de fiesta esas luces multicolores
que chamuscan los jardines.
Sonoridades sísmicas bullen
entre la acritud pesada y dolorosa del aire.
En las barrancas del Tigris se agrisaron los verdores.
De polvo y hollín se ahogan estomas y pistilos
y se quiebran/
las nervaduras impotentes de las hojas.
Suele adornarse de penachos el orgullo del poder.
Se corona de oro
la virulencia sanguinaria del Hombre
Si Dios hablase alguna vez/
Si por fin dirigiese la batalla/
Entonces se ahogarían en la espuma de sus miedos/
en el humo de su odio/
estos artífices cínicos de los hongos purulentos.
Autor: Juan C. L. Rojas
Uff. eres tremendo querido Juan Carlos, la pasión que le pones al respeto en todo sentido es maravilloso. Cuanta razón tienes!!!! esas grandes cabezas que destellan luces no se asemejan en nada a la madre naturaleza, ni mucho menos a festividades, aquellos son el resultado del egoísmo y locura de algunos que jugando a ser Dios creen poder tomar en sus manos el único Don que le pertenece en un 100% al Padre que es la VIDA!!!!!!!!!
ResponderEliminarMarcela Vasquez Muller