Esta lucha mía/
desvergonzada/
de tenaz sueño adolescente
cosida en cuerdas de acero en mis manos templadas.
Este vigor en las sombras
donde arde mi espíritu
a horcajadas sobre escaleras endebles.
Vehemencia mesiánica
que desenredar pretende
las trenzas sin concierto
donde pende el tembladeral...
titirital humano del que soy también
gota de espuma/
movedizo muelle/
aprendiz de equilibrista/
simple andante palaciego
o rey sin reino ni princesas.
Quijotesca ingenuidad/
fortaleza de átomo invisible/
insulsa visión
que congrega alegorías de arena/
confín de los médanos/
montículo verde en océano sideral.
¡Oigo! ¡Sí, oigo!... el son de los sueños/
rotos cristales entre cofres y herrumbres...
sonar de batallas, retumbos
en esta memoria sin manos
vedadas de tibias caricias
en el callejón oscuro del tiempo
donde degolladas ruedan
las frutas tímidas del amor.
...Y dormiré seguramente por fin/
con esta flor clavada en mi pecho
¡mas no aún!
no antes del último tropel
hollando mi cuerpo.
Autor: Juan C. L. Rojas
de tenaz sueño adolescente
cosida en cuerdas de acero en mis manos templadas.
Este vigor en las sombras
donde arde mi espíritu
a horcajadas sobre escaleras endebles.
Vehemencia mesiánica
que desenredar pretende
las trenzas sin concierto
donde pende el tembladeral...
titirital humano del que soy también
gota de espuma/
movedizo muelle/
aprendiz de equilibrista/
simple andante palaciego
o rey sin reino ni princesas.
Quijotesca ingenuidad/
fortaleza de átomo invisible/
insulsa visión
que congrega alegorías de arena/
confín de los médanos/
montículo verde en océano sideral.
¡Oigo! ¡Sí, oigo!... el son de los sueños/
rotos cristales entre cofres y herrumbres...
sonar de batallas, retumbos
en esta memoria sin manos
vedadas de tibias caricias
en el callejón oscuro del tiempo
donde degolladas ruedan
las frutas tímidas del amor.
...Y dormiré seguramente por fin/
con esta flor clavada en mi pecho
¡mas no aún!
no antes del último tropel
hollando mi cuerpo.
Autor: Juan C. L. Rojas
He venido a leer tu poema amigo mío, y me he quedado sorprendida...no se cuando ni como mi alma estuvo en tu poesía, son tus versos, mis versos y yo no lo sabía...será quizás que los poetas tenemos una sola vida¿
ResponderEliminar¡Gracias Edith!... A veces hay una conjunción universal dell sentimiento y la inspiración...
ResponderEliminarBesos.
Juan.