Es domingo
y canta una larga tristeza el silencio.
Veo desde la ventana los árboles fantasmales/
inmensamente quietos/
Inconmovibles sus hojas su vida.
Un ojo del Sol me espía entre las nubes abarrotadas/
Aguas de piedra arriba/
Encapotan las penumbras
este esbozo gris de brumoso silencio.
La mirada de corazón acribilla el cristal
mientras en los hombros se encarama lo ausente.
No miro atrás/
No quiero mirar/
No quiero escuchar
la sinfonía incompleta que emana de los enseres.
¿Es debido a mi espera que se detiene la tormenta?...
¿Moverá nuevamente el viento a estas hojas
cuando estén tus manos sobre las mías
y tus ojos se adentren
en mi quietud que huele a desamparo?
Es domingo
y canta una tristeza
el rotundo silencio de la mañana.
Autor: J. C. L. Rojas