Nubosidad de pájaros
suelta el aire inesperado
y detrás/ la hecatombe.
Las chimeneas sedientas
vomitaron espumas de fuegos.
Entre tanto
el servilismo inclina la cabeza
sin ver/ las volutas negras
de sus nubes/
Nubes que siegan la semilla
de la pólvora y el espanto.
Se estrellan/
racimos fragorosos
sobre las candilejas ya oscuras.
Y en las almas se apretujan las heridas.
Por ser olvidado erial
raquítica es
la esencia del espíritu.
Por no entender la Ley
de la siembra y de la siega
es que caen sus cabezas.
Por no entender
la ley primordial del amor
es que vuelven hiriendo sus boomerangs
como lluvia de verano.
Aquí estoy
en mi bunker
verdecido y vulnerable.
Aún viriles estas hojas otoñales
copulan sobre los tallos flagelados.
Repaso solitario
estas consignas del amor/
deudas que inundan extensas geografías.
Más arriba
arriba de mis sueños/
zumban/
boomerangs en el aire.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
suelta el aire inesperado
y detrás/ la hecatombe.
Las chimeneas sedientas
vomitaron espumas de fuegos.
Entre tanto
el servilismo inclina la cabeza
sin ver/ las volutas negras
de sus nubes/
Nubes que siegan la semilla
de la pólvora y el espanto.
Se estrellan/
racimos fragorosos
sobre las candilejas ya oscuras.
Y en las almas se apretujan las heridas.
Por ser olvidado erial
raquítica es
la esencia del espíritu.
Por no entender la Ley
de la siembra y de la siega
es que caen sus cabezas.
Por no entender
la ley primordial del amor
es que vuelven hiriendo sus boomerangs
como lluvia de verano.
Aquí estoy
en mi bunker
verdecido y vulnerable.
Aún viriles estas hojas otoñales
copulan sobre los tallos flagelados.
Repaso solitario
estas consignas del amor/
deudas que inundan extensas geografías.
Más arriba
arriba de mis sueños/
zumban/
boomerangs en el aire.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas