Camelias
desesperadas de amor
coquetean en el campo macilento.
Acertijos de lunas
danzan
/entre cielos/
/entre nubes/
Hay misterios
en los ojos tristes
del andante.
Cargamento duro.
Piedras y cristales
lleva el alma.
Calidez de sol
abierto en otoño
ofrece el pecho
cuando aprende la ternura.
Qué precioso poema mi querido amigo.
ResponderEliminarEspero que siempre brillen las camelias y todas las flores en el alma de las gentes.
Que se propicie la ternura y la paz sea la única arma posible!
Te quiero!