sábado, 24 de octubre de 2009

Aprendiendo la ternura

Camelias

desesperadas de amor

coquetean en el campo macilento.

Acertijos de lunas

danzan

/entre cielos/

/entre nubes/

Hay misterios

en los ojos tristes

del andante.

Cargamento duro.

Piedras y cristales

lleva el alma.

Calidez de sol

abierto en otoño

ofrece el pecho

cuando aprende la ternura.

 Autor: Juan C. L. Rojas

1 comentario:

  1. Qué precioso poema mi querido amigo.
    Espero que siempre brillen las camelias y todas las flores en el alma de las gentes.
    Que se propicie la ternura y la paz sea la única arma posible!
    Te quiero!

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