"La gente corre sin reparar en él,
ni en su tristeza...
Supo caber en una cáscara tan in-
fima que ni a la luz del día se la
puede encontrar"
Tristeza, Anton Chejov
Una tristeza de mármol
estalla
en el santuario íntimo del corazón
donde gota a gota se anega de lluvias
represadas/
detrás de la muralla de los ojos.
La soledad/
fría/
anuda sus cadenas
en el reventón contenido
de la represa.
¿Qué mar me prestará su cuenco
para verter esta humedad antigua
que condensan estas sombras?
Silba el viento
/llorando/
entre los resquicios de los cuerpos sordos/
Apurados en su juerga
trajinan los fantasmas.
Ya no hay oídos para los gritos del alma
/que suenan/
en son de campanas disonantes...
Y el hombre solo
entre los copos blancos
/pálidos/
que rasgan indiferentes
las heridas.
Autor: J. C. L. Rojas
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