miércoles, 14 de octubre de 2009

Siembra sobre el papel

Me detengo en las palabras/
    ¡estas pobres palabras!/
Ladrillos rudimetarios del sentimiento
    que cayeron en mis manos
        de inexperto albañil de la expresión.

Ah, si pudiera ser poeta de elocuente sabiduría
    para describir la tristeza de aquellos ojos/
Las semblanzas del hambre
    y la impotencia que emerge
        de la sed de justicia.

Que rebelde lluvia fuera la tinta
    para salpicar con su voz
        los pétreos rostros
            de indiferencias y soberbias.

Ah, si pudiera mi corazón/ mi pluma/
    mezclar en el crisol nuevas alquimias
        para develar el mezquino
            misterio de los trigales.

¿No bastan acaso para el fuego
    esas miradas de ruegos y desesperanzas?
¿No bastan para la indignación
    los otros ojos engordados
        del desinterés y la desidia?...

Porque no es poco/
    me basta para el dolor
        las calles oprobiosas de mi patria.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

2 comentarios:

  1. Duele porque tienes el arma adecuada
    y un corazón sensitivo,
    donde no pasa inadvertido
    el dolor, la injusticia y la espada.

    Duele poeta, pero lo eres. Un beso

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias Duna! Por tu amable visita y hermoso comentario...
    Anduve por aquí (mi poema, mi blog) y descubro tu comentario.
    Los tengo un poco abandonado a mis blogs.
    Espero andar pronto por vuestras obras, amigos.
    Mi abrazo extendido...
    Juan

    ResponderEliminar

Es un gusto contar con tu visita y comentarios.

AMIGOS, GRACIAS POR VUESTRA PARTICIPACIÓN.