Humanidad Vientos perdidos.
El cortejo real de la miseria.
La mutilación de la carne y del espíritu.
El Hombre es rey extraviado de su reino.
Musas de los tiempos colgadas en el aire
tirada de conceptos y de formas sin sustancia.
¡Tan baja su estatura
que jamás alcanzarían a las estrellas!...
¡Los hombres caen
al mar de su arrogancia!
Un poco más de construír
es la oración del justo.
Romper/ es la consigna
en aras de fetiches y blasones
de corruptelas y patriotelas.
Fieles a la idiotez
sucumben en las rompientes
los astros del polvo.
No recuerda el Hombre
cuándo ha nacido su estúpida razón
de alzar la espada/
de levantar la frente dañina y altanera.
La libertad se arrastra enredada de pañales.
Cautivo el Hombre en su prisión.
Su más grande prisión/
Su propia mente.
El aposento más útil a sus cadenas.
Desde su ego crea fronteras para sí/
Para su ego.
Luego
en su limitación
llora frustrado
...y perdido.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas