martes, 15 de junio de 2010

Almas y chips

Crece magnánima
    esta conspiración técnica 
        de marismas internáuticas/
que diluyen
    anónimos corazones/
sin ojos/
sin piel/
    y sin brillos estelares.

En quebradizo puente  
    (de alas perdidas en el éter)
sondeo el espacio
    buscando tus manos...
Encuentro sólo dioses sin olfatos...
    en esta ruta de ondas/
        y vítreas fibras luminares.

Navego el asombro.
    Informático paladar del corazón
        que prueba cables
            (tu piel acaso)
                y testea
     el dramático tiritar de transistores.


Están congestionados
    (siento)
        los chips del alma.

Esta herejía apocalíptica
    se zambulle en nichos
        que transmutan  
            dudosos homo sapiens
    en seguros homo stupidus.

De frente a la batalla van
    desenvolviendo con perillas y remotos
        a la belleza embalsamada
            de vestido fosforescente/
    ensamblada en cañones tricolores 
        que rebotan/
            al barrido electrostático
        de catódicos/
            rayos fantasmales.

...Se funden en la nada
    espíritus y retinas.

Un cuerpo virtual bajo mis sábanas
    me erecta
        con sutiles electrodos programados/
    y me mueve en un compás sinusoidal
        que ya no sé/
    si sabe a vida
        o sabe a muerte. 


Autor Juan Carlos Luis Rojas 


Mi poema tiene que ver en gran manera con esta forma interesante de relacionarnos en una gran amplitud de tiempo y de espacios geográficos, y que por ser virtual no deja de ser una realidad; y tampoco tiene por qué acentuar algún desmedro de la calidad en esa interacción . Por el contrario, puede haber un alto grado de calidad emotiva y espiritual, y mayores hechos de comunicación, que en la otra realidad.
Lógicamente, como el cyberespacio es un medio, también puede ser mal usado, y puede ocurrir lo bueno o lo malo, como en el andar "paralelo" de la cotidianidad...
En cuanto a mi idea de poesía... Para mi la poesía lo abarca todo...
Depende de cada uno de nosotros el que lo podamos percibir o no. Y en cuanto a la expresión poética de ello, depende de los elementos que conocemos, o que podemos incorporar, según la experiencia de cada uno; aunque esos elementos en sí, parezcan no ser poéticos. Desde ya, hay personas que entienden por poesía sólo lo que expresa a lo "romántico", y a su vez, hay personas que entiende por romántico, sólo a la relación de pareja.
Creo que el campo de la acción poética se ha ampliado, en tanto que el mundo lo ha hecho, en su universo de posibilidades de diversa índole.
Es así que se crean discusiones que quizás en un futuro ya no existan, porque serán superadas y asumidas, como lo de estas polémicas que suelen surgir, en cuanto a la manera de la inserción del humano en la técnica y en especial de internet.
Por estas razones, en mi poema: Almas y chips, incorporo, de ex-profeso, palabras técnicas para enfatizar bien la ambientación de nuestras relaciones de internautas.


J. C. L. Rojas

jueves, 20 de mayo de 2010

Callada marea

Como callada marea
    que sumerge indiferente a nuestros cuerpos/
como callada marea que memora
    el degüello de nuestros ojos estupefactos/
como callada marea/
¡así se anegan las conciencias!
Charcos son    de suburbios abandonados.

Aparto un poco mi corazón
    de esta ruta pedregosa que transito.
Se parte en mis labios    entre tanto
    la tibia almendra de tus besos.
Algo distinto al mundo
removiendo un poco mi dolor.

Las tinieblas recónditas del Hombre se agazapan/
    para dar el zarpazo final
        sobre la cúspide vacía de sus vértebras.
Alas de aluminio moldean los crisoles
    mientras su espíritu/    pesado se mueve/
        entre las calles desteñidas.

Pasa el cardumen celeste
    quebrando divinas tansparencias/
Es el tiempo que cabalga
    sobre el perfume de rosas cultivadas.

Duermen las multitudes
    y en sus manos el fusil...
El fusil que ignora el sueño/
El sueño que es al fin/
lamentable y triste/
centro borroso de su blanco.

Autor: Juan C. L. Rojas

viernes, 14 de mayo de 2010

Retazos

Lágrimas a flor de la pupilas...
Momento justo en que se funden nuestras almas
    a pesar de la higuera
        y su sedienta pasión de florecer.

Ya lo sé
    son excusas para segar los míos
        tu siembra de besos en el aire.

Ultimo cogollo de flor y fruto
    devoró mi boca...
más sangró el adiós
    anhelando morir el día.

Entre los dedos del corazón
    se escabulle la tarde
        y no pueden
detener mis manos
    el triste vibrar
        de la caja oscura de la noche.

Voy a perdonar nuevamente
    a este muelle...
¡Maldito muelle
    que obsecado sacude mi sangre!
Van a olvidar mis ojos
    el desnevar violento de sus cumbres.

Ya sé que hay en ti
    un rincon donde habito
        en retazos que te duelen.

Dejo correr este río.
Bajo el puente de mis venas
    transcurren sus fragores.
Lo dejo correr
    hacia la pequeñez del mar.

¡El mar!
¡Cuán pequeño habrá de ser!

Autor: Juan C. L. Rojas

jueves, 13 de mayo de 2010

Dónde, el Capitán

¡Oh, dónde estarás luminoso ser
    que ante mis ojos sólo extiendes
        paisajes    de ondulantes trigales!
Lejano/
    con la paleta de mis pecho pintas
en el horizonte
     sabanas    de tierna aurora.

No entiendo qué llama cruel devoró el nidal
    de esperanzas/    de sueños/
¿Qué chispa errante anduvo desde el confín?

Ya no vislumbro a veces más que crepúsculos/
una cuña afilada que baja como hacha redentora/
Apocalipsis del mundo.

¿Dónde estarás
    Capitán de los mares
para que me enseñes
    la dureza inmutable del rostro            
        cuando embate en la proa
            la negra tormenta?

Desde el borde de la quilla    yo bajo
    esta explanada abierta del corazón.
Desembarco/
    en estas playas desconocidas del alma
donde salta la luz del verde follaje
y a poco de andar...
¡Sorpresivo rayo
    aflora lo umbrío!

¿Dónde estás
    para que tus ojos horaden 
        la pared ciega del alma/
al menos un orificio pequeño donde espiar
    la incógnita estremecedora del mundo?


¡Luz quiero/
    en este sombrío camino/
en el que marchamos a tientas
    sobre andariveles oscuros del instinto!


¿Dónde estarás para corregir
    este minado sentimiento
        que bombardea los campos de la sangre
    y empañan/    decoloran/
        mis tristes ventanas de otoños?

Dime
    ¿hasta cuándo estribará contra el viento
        mi henchido y solitario velamen
azotado en la cresta del bravío oleaje?


Una certeza queda/
    en este vendaval de incertidumbre y espumas...
¡no cederé aún el timón
    del crujiente maderamen
        a los duendes malditos del aire!


Autor: Juan C. L. Rojas

domingo, 9 de mayo de 2010

Doncellas enlutadas

Crece la reverberación opaca de este canto mío
   /ya oscuro/
que pretende disparar
   /su negra luz/
a ese subterráneo pensamiento que se cree espiritual/
A ese    testamento enmarañado
   que se enreda desde las uñas de los pies.

Arrojo al viento
   el amianto pulverizado de mis versos
que ya no aísla 
   esta jornada interminable de miserias.

Son poderosas lagartijas del desierto
   ¿verdad?
estas que escupen las palabras de credos ancestrales.
Estas que adensan
   el pantano fundamentalista.
Estas que ignoran asideros naturales.
Estas que imponen
   la condena  de piel sin sol...
   /in aeternum/
      velo de doncellas enlutadas.

Mas/ 
que no cante occidente que se cree liberado
   mientras arma su corbata/
que etiqueta la falacia de su propio embuste.

¿Cómo frenar este despojo insaciable
   /que arrasa/
      en nombre de teofilias irreverentes/
         que sólo ensalzan
             a dioses oscuros de la muerte?

¿Será que sólo la sangre y el dolor
   refresca la endeble memoria del hombre?

En el orillero confín del horizonte
   donde se yergue bendita la aurora
      ¿meditarán algún día estos dioses
         sentimientos de vergüenza
            al ver por fin
               su propia obra alumbrada?

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

AMIGOS, GRACIAS POR VUESTRA PARTICIPACIÓN.